Socarrats

Hace años que pensaba en apuntarme a clases de cerámica. Mi madre hizo un curso de cerámica cuando yo era pequeño, así que tenía por casa cosas hechas por ella, y me apetecía hacer cosillas a mí también.
Hace unos meses me apunté finalmente a clases, en el taller de Elena Lliso, en Valencia. La ventaja es que tenía el taller cerca del trabajo y me dejaba mucha libertad de horarios.
La verdad es que el taller de Elena es una maravilla, porque puedes hacer un monton de cosas, desde modelar arcilla hasta pintar todo tipo de soportes cerámicos.
Como yo soy más de pintar que de modelar, Elena me recomendó empezar por los Socarrats, y me encantó la técnica. El socarrat es una placa de barro cocido cubierta con una base blanca llamada engobe y decorada generalmente con tintes en rojo y negro, aunque tabién se usa el azul. Se suelen colocar entre vigas, en techos y aleros de edificios, aunque actualmente son usados como decoración, colgados en terrazas y balcones, para dar un aire rústico.
Son considerados medievales (con extensión a épocas posteriores), y aparecen sobre todo en la zona de Valencia. El nombre viene del término socarrat que en valenciano significa "chamuscado". El primer registro sobre su existencia remonta a 1604, hecho por el Obispo de Segorbe, D. Feliciano de Figueroa. Tradicionalmente considerados como provenientes de Paterna, ha sido documentada su presencia, o de objetos semejantes, en Manises y en muchos otros lugares de Valencia, Aragón, Cataluña y Baleares. Encontramos básicamente tres tipos de representación simbólica en los socarrats: religiosa, mágica y representación social.
Yo me dediqué exclusivamente a los socarrats mientras estaba en el taller de Elena. Aquí os dejo unos cuantos.

El primer marco lo hice yo mismo, con unos listones de madera tenidos con betún de judea y protegidos con cera. Los otros dor marcos son de Ikea, modelo Ribba. Le dan un aire más moderno y creo que son muy decorativos. Como siempre, casi todo lo que hago lo regalo, y ahora mismo sólo me queda un socarrat en casa, pequeñito y en marco de Ikea.
He de reconocer que he dejado las clases, porque después de los socarrats, o me ponía a modelar, o pintaba cerámica (azulejos, platos...) y ninguna de las opciones me apetecía demasiado, pero lo pasé muy bien en las clases. Os lo recomiendo.